Un fisioterapeuta cada instalación polideportiva pública

Publicada el 20/11/2017

La necesidad de acompañar en la actividad física en las personas con diversidad funcional hace indispensable esta figura. Hemos hablado con Eva Cirera Serrallonga, vicesecretaria del CFC, y con el César León, que defiende los derechos de personas con necesidades especiales.
 

Cualquier gimnasio, piscina, campo de fútbol, ​​rocódromo, pista de atletismo, de pádel o de hockey hierba, cualquier instalación polideportiva pública debería tener al menos un profesional de la Fisioterapia en plantilla. O más de uno, según las horas de trabajo. ¿Por qué? Muy sencillo: para supervisar qué se hace y, sobre todo, como. Para cada práctica sea la adecuada a cada caso, cada usuario, cada persona.

Esta afirmación es válida siempre. Pero resulta indispensable en todos los centros donde realizan actividad física personas con diversidad funcional. Es decir, en todas partes.

"Para nosotros la actividad física es como una medicina, es la mejor de las terapias. Y por eso debe estar dirigida por los profesionales adecuados ", resume César León, llevador con una invalidez total desde 2015 a causa de una enfermedad neurodegenerativa. Cuando la salud le permite, León lucha por los derechos del colectivo de personas con diversidad funcional: "Nosotros no queremos ser federados, no queremos competir. Nuestra medalla es nuestra salud. Darle años a la vida, y vida a los años ".

"Hay un profesional sanitario que pueda acompañar a estas personas en la actividad física. Y los más adecuados somos los fisioterapeutas, formados en patologías y alteraciones musculoesqueléticas y neurológicas ", explica Eva Cirera Serrallonga, fisioterapeuta integrante del Grupo de Terapia Acuática del CFC, coordinadora de la Comisión de Neurología y vicesecretaria de la Junta de Gobierno del Colegio . "Más que tratamiento, lo que nos pide el colectivo es acompañamiento en la actividad física que puedan realizar, que obviamente les beneficia a nivel de mantenimiento de la salud".

El CFC no se cansará de repetirlo: los fisioterapeutas no sólo sirven para tratar lesiones; también pueden evitarlas y saben prescribir actividad física en beneficio de la salud de las personas. Según Cereza Serrallonga, en el caso que planteamos en este artículo "no se trata de aplicar un tratamiento a alguien que acaba de tener un accidente o que sufre una patología concreta, sino de estar presentes para que las personas con diversidad funcional puedan realizar actividad física de manera segura y adecuada ". Practicar el deporte que quieran, cuando quieran, donde quieran. Para que esto también es salud.

Por este motivo, León, nacido en Ciudad Real pero residente en Barcelona, ​​acudió al CFC hace unos meses. Este comadrón, que sufre una enfermedad neurodegenerativa y que, por tanto, conoce en primera persona las necesidades del colectivo, está convencido de que "hay que introducir de una vez por todas las Ciencias de la Salud en la promoción de la salud mediante la actividad física ". Y pone énfasis: "Este proceso lo deben liderar los fisioterapeutas, en colaboración con enfermeras y matronas". Una postura con la que Cereza Serrallonga y todo el Colegio están totalmente de acuerdo.
Ya sólo falta, pues, que esta reclamación quede contemplada en la futura ley. Por eso el CFC ha participado y seguirá haciéndolo en las reuniones con la Secretaría General del Deporte que prepara una nueva Ley del Deporte.

Según León, hay tres puntos básicos que debería contemplar, "sí o sí", esta nueva ley. El primero, dar a las Ciencias de la Salud la importancia que tienen en la promoción de la salud, sobre todo la de las personas con necesidades especiales (diversidad funcional, personas que han sufrido un accidente o se han sometido a una cirugía, y embarazadas ), liderando el proceso los fisioterapeutas. El segundo, la figura del asistente deportivo, que haga realidad el apoyo de tercera persona que marca la Ley de Dependencia. Y tercero, un cuerpo de inspectores, que sancione las instalaciones deportivas que no cumplan la ley, que vele por su aplicación, físicamente y cualitativamente: que haya las medidas físicas y arquitectónicas adecuadas (rampas, ascensores y grúas) y que las actividades dirigidas al colectivo no se limiten a la natación. "No sólo queremos nadar", dice León.

*ReportaJe publicado en el Noticiari de Fisioteràpia del CFC (112)

 

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