Día mundial de la Esclerosis Lateral Amiotrófica: cómo puede, la Fisioterapia, ayudar a los enfermos de ELA

Publicada el 21/06/2019

El 21 de junio se conmemora anualmente el Día mundial de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa en el tratamiento de la cual la Fisioterapia tiene también su papel, tratando de mejorar la calidad de vida de los pacientes. El Col·legi de Fisioterapeutes de Catalunya (CFC) y su Comissió de Neurologia se suman a la conmemoración.

La Esclerosi Lateral Amiotròfica es una enfermedad que afecta a las neuronas del cerebro y de la médula espinal que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria. Neuronas que van dejando de funcionar y acaban muriendo, lo que provoca debilidad, atrofia muscular, dolor y parálisis, y resta autonomía a las personas que la padecen.

Los síntomas pueden ser, entre otros, debilidad muscular que afecta a extremidades y provoca movimientos pesados, dificultades para respirar y para deglutir, caída de la cabeza por la debilidad de los músculos del cuello, calambres musculares, habla lenta o mala articulación de las palabras y pérdida de peso.

El diagnóstico, sin embargo, no es nunca definitivo: no existe ninguna prueba específica. Se hacen varias para descartar otras enfermedades que presentan síntomas similares. Pruebas que, sumadas al estudio de la historia clínica del paciente y a un examen neurológico cuidadoso, ayudan a los profesionales especializados a identificar la ELA.

Aunque la ELA se desarrolla de forma imprevisible y variable en cada paciente, la calidad de vida de las personas afectadas y su supervivencia pueden mejorar gracias a un tratamiento multidisciplinario adecuado.

En este sentido, los objetivos principales del neurofisioterapeuta son mejorar y mantener la calidad de vida y la autonomía de los pacientes para que puedan seguir realizando las actividades de la vida diaria. Tratamiento fisioterapéutico que será específico para cada paciente, según su grado de independencia funcional.

Por ejemplo, en un primer estado de la enfermedad, el paciente debería realizar ejercicio físico terapéutico para mejorar la capacidad pulmonar o reducir la fatiga muscular.

Además, debería realizar ejercicios de potenciación y control motor. Y también se intenta preservar la capacidad de la marcha y se enseña a utilizar los productos de apoyo, tanto para la marcha como para las actividades de la vida diaria.

En un segundo estado, el paciente debería empezar a realizar ejercicios de Fisioterapia respiratoria para mejorar la capacidad pulmonar. A la vez que, además de la capacidad de marcha, se le enseña a usar la silla de ruedas eléctrica para mantener la independencia funcional en distancias largas.

En un tercer estado, el paciente necesita la ayuda de una tercera persona para realizar transferencias. Entonces el paciente debería prevenir las úlceras por presión y evitar algias por inmovilización.

En todos estos estados, participan también otros profesionales como terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos, médicos rehabilitadores, enfermeros y logopedas, sin olvidar la colaboración indispensable de los familiares.

Por todo lo expuesto hasta aquí, el CFC insiste en la necesidad de ponerse en buenas manos si nunca llega el momento de convivir con la ELA: las y los fisioterapeutas expertos en neurología pueden ayudar a hacerlo un poco más fácil. Consulte a su fisioterapeuta de confianza: la salud, en buenas manos.

Para más información, puede consultar la propia Comissió de Neurologia a través del correo neurologia@fisioterapeutes.cat

 

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